En la antigua Roma, la gente ya sabía que los contenedores de doble capa podían mantenerse calientes. En las ruinas de Pompeya, la gente una vez excavó un recipiente de doble capa.

El Dewar Flask fue inventado por el físico y químico escocés Sir James Dewar. En 1892, Duval le dijo a Berg que soplara el vidrio en una botella de vidrio especial. Este es un recipiente de vidrio de doble capa, las dos paredes de vidrio están recubiertas de plata y luego el aire entre las dos paredes se evacúa para formar un vacío. La pared de la vesícula biliar puede prevenir la radiación y la disipación de calor, y el vacío puede prevenir la disipación de calor por convección y conducción, por lo que la temperatura del líquido en la botella no es fácil de cambiar. Más tarde, Berg usó níquel para hacer la cubierta exterior para proteger la frágil botella de vidrio. Al principio, este tipo de Dewar Flask solo se usaba en laboratorios, hospitales y expediciones. Más tarde, también se utilizó en picnics o viajes en tren.

El 20 de enero de 1893, Dewar anunció la invención de un criostato especial (criostato), más tarde llamado Dewar. En 1898, utilizó un matraz Dewar para licuar el hidrógeno, alcanzando los 20,4K. Al año siguiente, se realizó la solidificación del hidrógeno y se extrajo el vapor en la superficie del hidrógeno sólido hasta alcanzar los 12K. El contenedor inventado plateado en el medio y evacuado al vacío. Este recipiente se transformó más tarde en un bien conocido: un termo. En 1925, comenzaron a venderse termos de plástico populares y baratos.

Al mismo tiempo, se requieren contenedores aislados al vacío similares para el envío y almacenamiento de gas líquido en el laboratorio. Dewar inventó el Dewar Flask de metal para almacenar oxígeno líquido en 1906. Para un contenedor de metal con una capacidad de 110.000 litros diseñado para transporte ferroviario, la tasa de evaporación diaria de oxígeno líquido es de aproximadamente 0,1% y la tasa de evaporación diaria de hidrógeno líquido es de aproximadamente 0,8%.